Error 1 : Tener un diseño poco inspirador  

Al igual que con una tienda física, no debes escatimar en la apariencia de tu web ecommerce. Tu diseño debe corresponder a tu público objetivo, pero también responder a los códigos de internet. Recuerda que la elección de tus imágenes y el formato de tus textos deben trabajarse para obtener un conjunto armonioso y legible. Si quieres crear una página web limpia, eliges textos cortos y fotos sencillas. 

Tomemos el ejemplo de Eggs-iting: el diseño es limpio y el texto es condensado en una frase que pretende ser impactante. Es importante recordar que las palabras que elijas deben ser llamativas. ¡Cada elemento debe hacer que tus visitantes quieran permanecer en tu página web y, por tanto, comprar! 
 

Error 2 : Proponer contenidos demasiado largos o complejos

Si quieres explicar todos los pasos y procesos de fabricación de un producto, escribe un artículo en el blog de tu web en lugar de hacerlo en la descripción de una ficha de producto. En la descripción, debes utilizar frases cortas y útiles que animen a la gente a comprar. A continuación, puedes crear enlaces a otras páginas para los usuarios que quieran saber más.

Los webmasters suelen tener la impresión de que hay que probar que un producto es complejo para demostrar su valor, pero es importante recordar que aunque seas un experto en tu campo, es posible que tu cliente objetivo no lo sea. La jerga técnica no siempre es necesaria y puede complicar aún más la experiencia del comprador. Si creas un contenido inútil a sus ojos, corres el riesgo de perderle al hacerle sentir que el producto no es relevante para él. Ten en cuenta que una foto vale mil palabras, y no te limites en el número de fotos.
 

Error 3 : No poner suficientes fotos

Es importante adaptarse al nivel de conocimientos de tu cliente objetivo, y puesto que no puedes contarle demasiado, debes asegurarte de mostrarle más. Hay que tener en cuenta que las imágenes y los elementos visuales son muy importantes para que los clientes se imaginen tu producto. Si estás haciendo una compra/venta, no te limites a las fotos que te proporciona el fabricante. 

Para obtener los mejores resultados, debes separar dos tipos de fotografías :

El producto bruto en un fondo liso (generalmente blanco) que permite ver el producto en detalle, hacer zoom y poder detenerse en cada una de las características. Aislado sobre un fondo liso, elimina todas las perturbaciones relacionadas con elementos exteriores. 

El producto contextualizado permite demostrar cómo el objeto/servicio satisface la necesidad. Generalmente muestra cómo se sentirá el producto una vez adquirido, es el momento en que el comprador puede proyectarse en la compra.
 

Error 4 : Aplicar gastos imprevistos al cliente

Al ser la fuente número uno de abandono de la cesta, los gastos deben anunciarse al principio del túnel de compras. No hay nada más desagradable y decepcionante para un cliente que el hecho de que los gastos de envío lleguen en el último momento. Imagina que estás en una tienda física y te dicen, con la tarjeta de crédito en la mano, que te han añadido una tasa de tramitación de 5,00€. ¿Cómo reaccionarías? Cuando puedas, intentas integrar los gastos de envío en el precio de tu producto, seguro que limitarás los abandonos de cesta.

Ten en cuenta que casi el 60% de los abandonos de cesta están relacionados con gastos imprevistos. El transporte no es algo que tengas que vender, sino un servicio que ofreces a tus clientes. Si, por el contrario, es necesario implicar a tus clientes a los gastos de envío, ten en cuenta que estos gastos deben estar correlacionados con el total del pedido. Si, por ejemplo, el pedido total de tu comprador está entre 15€ y 20€ y cobras 4,95€ por el envío, muchos pensarán que esto no es rentable.
 

Error 5 : No trabajar en el recorrido del cliente

Esta es una de las tareas más complicadas que encontrarás. Debes organizar la navegación de tu visitante desde el punto A hasta el punto B, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos, tu visitante aún no sabe lo que quiere en el punto B. 

Piensa como una tienda física, empezando por una buena categorización de los productos y un fácil acceso desde la recepción de la tienda. 

En este esquema, tus visitantes podrán orientarse fácilmente hacía el producto, y luego hacía el túnel de compras. Cuando estás en un supermercado, las estanterías están organizadas de tal manera que te ofrecen productos “ fuertes” a la altura de los ojos. Considera que debes crear una experiencia similar en tu web ecommerce. Tu producto “estrella”, el que atraerá a tu visitante, también debe estar a la altura de los ojos, sin tener que desplazarse por la página en la que se encuentra. Cuanto más el usuario tenga que buscar un producto, más se reducirán las oportunidades de conversión.
 

Error 6 : Basar los precios en la competencia

Podría parecer perfectamente lógico decir que hay que ser el más barato para ganar todas las ventas. En la práctica, aunque a veces es una estrategia ganadora, es arriesgado aventurarse en este terreno. Tienes que saber quiénes son tus competidores, cuáles son sus precios, qué servicios ofrecen y cómo se distinguen. Es importante vigilar los precios de los mismos productos o de productos similares, pero en realidad, podrías vender más vendiendo a un precio más alto.

Tienes que posicionar y diferenciar tu oferta de la de tus competidores. Para esto, debes mantener tu estrategía de precios en línea con el mercado. Hay muchas maneras de diferenciarse de la oferta actual. Tanto en internet como en las tiendas, los consumidores no compran únicamente un producto, sino que se encuentran en el centro de una experiencia de cliente que es la tuya propia, y dentro de esa experiencia, la pericia, la atención al cliente y la asistencia son a menudo tan importantes como el precio ofrecido.
 

Error 7 : No ofrecer pruebas sociales

Sólo hay dos tipos de personas que compran, los precursores y los seguidores. Los precursores son aquellos que no necesitan pruebas antes de comprar, normalmente pueden convencer por sí mismos del valor de hacer una compra. Pero esta tipología sólo representa a una minoría de compradores. Los seguidores, por su parte, necesitan ser convencidos para comprar, por lo que hay que hacer todo lo posible para apoyarlos en este proceso.

La prueba social se convierte entonces en una palanca marketing ideal para ayudarte a convencer a esos clientes potenciales de que compren. Por ejemplo, si tus clientes te dan buenas devoluciones, recopila y muestra sus opiniones. Los testimonios de los clientes, las referencias, los socios o los artículos de prensa/radio son también muy buenas formas de destacar la calidad de tu empresa, y son fuertes elementos de reafirmación.
 

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